Hace poco (ya no tanto ahora que lo pienso), un amigo mío hizo su trigésimoquinto cumpleaños. Dicho así suena a que son muchos años, pero ahora que yo me acerco a la franja de los 30 y lo veo todo desde otra perspectiva, sigo pensando que aún es muy pronto para muchas de esas cosas que se suelen hacer a los "treinta y tantos".
El caso es que como siempre ando sin blanca y tengo la firme creencia de que los regalos más valiosos son los elaborados por uno mismo, dibujé un perfil de mi amigo y se lo entregué enmarcado el último sábado de Copa Café. Creo que le hizo mucha ilusión.....
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